De por qué no debes creer que ser loser es cool.

Los medios; internet, la televisión o la radio tal vez, nos lavaron la mente desde niños, inculcándonos la mentalidad y actitud winner. Las niñas jugaban con la magra Barbie, una chica bronceada, piernas de 3 metros y una proporcion aúrea un tanto distorcionada en su cuerpo. Una sociedad exitista, les imponía a nuestras barbies criollas, soñados Ken, MBAs en bronceado, mención culturismo, lo que, ante la morfología chilensis representaba un patrón un tanto extraño. Situación que, sin duda genera la antítesis de lo buscado, la decepción y frustración frente a la nula capacidad de acercarnos a los moldes estéticos y de status de vida provoca una bifurcación en nuestras vidas, o nos incoropramos a la sociedad consumista, ansiosa de placer y sensaciones de poca duración, o nos convertimos en losers.
La moda del loser, mezla de freak y nerd, también se nos vendió como la panacea ante nuestras frustraciones, exponentes en "THE O.C." y en cuanta serie teen-adulto joven se creara, siempre existía este personaje. Pero resulta que estas caricaturas son de winners que se hacen pasar por losers, que salen en TV, son millonarios y tienen éxito en el amor.
En Chile, el círculo bloser de Copano, no es otra cosa que el intento de un chico mediático e inteligente (hay que decirlo) de liderar un movimiento de losers, en el cual sus seguidores son pseudo perdedores que se sienten identificados con la mentira del "fracasado exitoso", integrándo un blog que en comentarios al menos, es menos masivo que el blog personal de Copano, donde basta que este líder espiritual, publique un anuncio comercial, para que sus fans repleten de comentarios del tipo "quiero compartir tu fama, soy perdedor, mi sueño es ser amigo de alguien conocido".
El gurú de los "falsos losers" es Johnny Bravo, un tipo que cumple con la masa muscular del éxito, el color de cabello y la actitud ganadora establecida, pero que sin embargo es constantemente agredido y rechazado por las chicas winners, debido a que su ego es mayor que el de sus barbies tentaciones.