lunes, mayo 07, 2007

Sólo callampas.


Rabia, pena. Todo se mezcla para relatar mi situación de cuidador de cachos ajenos. Resulta que la abeja reina me mandó a cuidar dos callampas de su huerto, las que más dolores de cabeza le trajeron, y le seguirán trayendo. Como el clima en sus tierras no era el adecuado, me mandaron a cuidar a estos especimenes, a mí un chico de allá del interior. Y sinceramente no soporto estos individuos que no valen más que la clasificación de su especie. No sé como se pudieron convertir en seres tan egoístas, hedonistas, mentirosos, sin capacidad de autocrítica, faltos de respeto, etc. Realmente no quiero cultivar hortalizas de huertos que no son míos, no quiero compartir mi aire con plantas que siento no piensan en otra cosa más que en ellas. No me enorgullece un hongo-callampa que asume conductas de adulto y se hace el niño cuando le conviene. No me identifico con una callampa que vive de fotologs y otra que vive de un mundo de fantasía, en el que él es el protagonista y la misión del resto del mundo es cuidarlo.

Me basta con mis complicaciones universitarias, la pendiente este semestre tiende mas que nunca hacia el infinito, y no quiero que me sigan agregando dificultades, como tener un huerto de hongos que valen callampa, los cuales hay que cuidarlos, abastecerlos y figurar frente a ellos como una figura que no comete errores, soportando sus críticas al estilo MTV, y además teniendo que fingir que no se lo que pasa en el árbol de al lado.

¿Dónde viven las callampas?.

¿Pensará que soy huevón?.

¿ Por inducción seré callampa?.

HONESTIDAD BRUTAL.

Leer más...