De solidaridad y falsos consuelos.

Si, es cierto, volvió la iluminación, el néctar; el odio. Cada cierto tiempo esto se renueva y cobra una nueva víctima. Hoy le tocó al “no empático”. Si señor y señora, ya descubrimos a ese tipo de ser que te presta el hombro para demostrar una “supuesta solidaridad”, para sentirse bien consigo mismo, pero que en el momento en que ya no tiene ojos sobre si, corre a lavarse los restos de miseria del otro. Es así, ya no te creemos, nos aburrimos de pensar que realmente estas con nosotros en nuestro dolor.

Debo reconocer que nuestro egoísmo se hacía presente en su grado máximo cuando esperábamos que estuvieras en nuestra condición…..Pero ya basta, no nos conformes, no nos vendas eso de la igualdad de oportunidades, eso de que no lo sabes, cuando en realidad lo ocultas. Desde hoy mantendremos distancia y desconfiaremos del patrón que se vistió de cura para correr el cerco de sus tierras.